¿Quién no ha tenido alguna vez un peluche de oso? Es muy común regalar osos a las niñas, a los niños, a las novias en los aniversarios ¿Con esto qué quiero decir? Que los osos aparecen en todas las etapas de la vida y sobre todo cuando somos pequeños. Recuerdo haber pasado horas y horas mirando dibujitos animados osos y no levantarme de la silla mientras tomaba el chocolate con leche, entre sorbo y sorbo y galletas, se me pasaban las horas y tenía a mi madre desde la cocina gritándome…”termina de una vez, que tienes que hacer la tarea», cosa que aborrecía muchísimo.
Me gustaba mucho dibujar osos, los de peluche eran mis preferidos, los hacía regordetes peludos y con mofletes prominentes para poder pintarlos luego con colores y recortarlos para pegarlos en la puerta del placard, aunque sabía que al día siguiente desaparecían por arte de magia porque a mi madre no le gustaba que pusiera papeles por todos lados.
Mis preferidos eran las parejas de ositos mimosos y solía dibujarlos en una nube como si estuvieran soñando y abrazados, se miraban con amor y se daban regalos, y hasta imaginaba cómo se decían que se querían, pero esa clase de dibujos no los pegaba en la puerta del placard, se los regalaba al chico que me gustaba de la escuela, ahora que han pasado los años me causa gracia pensarlo.
Había un oso que nunca fallaba, era fácil de dibujar, no era como los otros que tenían muchos detalles y tenía que dibujar, borrar y volver a dibujar, este era de líneas simples, con ojos grandes, pestañas prominentes, pero tenía el agregado de una vasija llena de miel, era como un dibujo de niño chico pero era el que me salvaba cuando no tenia qué osos dibujar y se me terminaba la imaginación.
Muchas veces calcaba los osos de las películas de Disney, pero eran con muchos detalles y más difíciles de hacer, esos eran los que me llevaban la tarde entera, pero cuando quedaba terminado era digno de usar en las caratulas de principio de mes de los cuadernos de la escuela.
Y cómo dejar de nombrar a mi osito preferido, el osito cariñoso enamoradizo, lo dibujaba entre nubes y arco iris, me gustaba tanto ese osito que lo tenia de mil formas diferentes, le tenía un cariño especial, los osos formaron parte de mi infancia y la de muchas personas más, y por ello quedarán por siempre en mi memoria.
