Cualquier persona conoce y podría estar de acuerdo con la siguiente afirmación, que la música puede influir notablemente en nuestro estado de ánimo e, incluso, en nuestros cambios de humor. Algunas canciones nos hacen bailar y saltar y producen bienestar general (gracias a sustancias como la dopamina y la serotonina), otras pueden distraernos, otras suelen ponernos tristes y hasta deprimirnos si están ligadas de alguna manera a un recuerdo doloroso o a una situación distante, que se repite cada vez que escuchamos determinada melodía. ¡Algunas hasta pueden colaborar para que eliminemos las hormonas del estrés! Lo que sucede es que la música establece un vínculo emocional y provoca reacciones neurológicas tan profundas e intensas como innegables, cada vez que los instrumentos comienzan a sonar. Ya desde muy temprana edad, nos sentimos irremediablemente atraídos hacia todo tipo de instrumentos, por lo que en esta oportunidad consideraremos las siguientes imágenes de instrumentos musicales para colorear.
La primera exhibe un bello y distinguido violín, de líneas muy elegantes, acompañado del arco necesario para comenzar a tocar. Las cuerdas, que van desde la caja de madera hueca y alargada y llegan hasta el mástil) están bien tensas y parecen afinadas.
En cambio, la segunda muestra un par de sonoras maracas rayadas que, al sacudirlas ágilmente en el aire por el mango, produciremos agradables sonidos rítmicos, especialmente sones latinos (ya que se trata de un instrumento original de América Latina).
El tercer dibujo propone un divertido tambor, con distintas figuras adornadas que recorren su contorno. Se trata de un instrumento de percusión, elaborado a partir de una caja cilíndrica y cerrada con un parche de cuero. Lo único que falta en esta imagen son los palillos, pero debemos recordar que también podemos tocarlo con las palmas desnudas de ambas manos.
A continuación, en la cuarta ilustración, podemos ver una típica guitarra criolla o acústica. Al igual que en la primera, en esta imagen, también vemos las seis largas cuerdas bien tensas, esperando a un hábil músico especialista para sonar.
Finalmente, en esta última instancia, hay un saxo (también llamado saxofón o saxófono), el instrumento preferido de Lisa Simpson. Éste pertenece a la familia de los instrumentos de viento, aunque la materia prima sea el metal. Podemos observar la boquilla con lengüeta y el complejo sistema de llaves que se oprimen con la yema de los dedos, que lo asemeja a un clarinete. En realidad, el saxo fue inventado en 1840 por Adolph Sax (de ahí su nombre) cuando intentaba precisamente mejorar su clarinete.