Esta es la historia de nuestra aventurera amiga Dora, la exploradora, que en esta ocasión estaba buscando a su amigo Botas que se encuentra perdido por el bosque, decidió ir a buscarlo después de esperarlo para tomar el té de la tarde y que no apareciera, tomó su mochila y emprendió viaje siguiendo el camino de tierra que se adentraba entre los árboles frondosos. En el camino se le ocurrió recoger flores para decorar su casa, pero se empezó a hacer de noche y Dora empezó a preocuparse porque Botas seguóa sin aparecer.
Levanta la mano hace movimientos como llamándolo pero nada, sigue sin aparecer, se sonríe al ver un pájaro que cantaba contento una canción de cuna, hasta que de pronto escucho la voz de Botas a lo lejos y decidió correr a su encuentro.
A lo lejos lo ve acercarse con un manojo de ramas en la mano y unas cuantas flores de colores, y su cara se trasformó… de un enojo muy grande por el susto que le hizo pasar a una sonrisa de oreja a oreja y muchas ganas de llegar a casa para poder disfrutar de su amigo y el té de todas las tardes.
Cuando llegan a la casa Botas le propone a Dora que jueguen a que ella es princesa y él su bufón y que bailen, entonces ella saca su disfraz de princesa y pone la música típica de las fiestas del castillo y los dos bailan y se ríen a carcajadas, está siendo una tarde muy divertida.
Hartos ya de reírse y de divertirse, Dora decide probarse más atuendos para usar en su próximo cumpleaños, donde hará fiesta de disfraces, entre muchos, se probó el de brujita de Halloween. Con tan solo un cuenco hecho de calabaza y un sombrero, está lista para ser la anfitriona ideal.
Dentro del placard,al fondo de toda la ropa, encontró un disfraz mas que no había tenido en cuenta, el de bailarina de salsa, y entre que se lo ponía y se miraba en el espejo, empezó a bailar y Botas desde lejos la miraba y se reía de las morisquetas que se hacía a ella misma en el espejo, Dora se acerca a él, lo agarra de las manos y lo hace mover las caderas, los dos sonríen y se divierten sin cesar, pero se olvidaron de algo…. ¡El té! Dora y Botas, luego de este largo día, tomarán la merienda con galletas sentados tranquilamente.