Estimular a los niños desde que nacen es absolutamente productivo. A partir de todos los sentidos se pueden abrir nuevas puertas para el conocimiento y poder abrirlas depende de los padres o aquella persona que estuviera a cargo.
Ofrecer diferentes técnicas para pintar es una forma de mostrar la diversidad de colores y texturas, además de diferentes formas de posicionar la mano y ejercer la fuerza. No es lo mismo pintar con acuarelas o témperas, como así tampoco con crayones o lápices.
Los dibujos a ofrecer sirven también para dar a conocer diferentes objetos o animales. Así, por ejemplo, se encuentran los dibujos de aves para colorear.
Colorear una figura de ave de tipo ganso o cisne servirá para que el pequeño pueda expresar con los diferentes colores una figura muy similar. Aprender desde los colores que no es lo mismo un ganso que un cisne es muy estimulante y, sin lugar a dudas, servirá para dejar muy bien adquirido el conocimiento.
Un colibrí puede estimular ampliamente la capacidad de captar los colores de las aves en vivo y en directo, ya que necesariamente los pequeños se verán motivados a observar y discriminar los diferentes verdes y matices que se encuentran en la naturaleza.
Las gaviotas parecen ser simplemente blancas, pero si son bien observadas se podrán ver variantes bien interesantes. El vuelo de las gaviotas es uno de los más bellos y suaves que pueden verse, puede ser acompañado de colores pasteles.
También se pueden encontrar aves algo más exóticas, con alas bien exuberantes en cuanto a sus plumas, lo que seguramente motivará a los niños a realizar una mezcla infinita de colores bien definidos y contrastantes.
Finalmente, el conocido pájaro carpintero que habitualmente se lo encuentra en las ramas de los árboles y que se suele ver o escuchar picoteando los troncos, con sus colores bien característicos rojo, blanco y negro, suele ser muy bien reconocido por lo niños.
Una buena táctica de estimulación es ofrecerles no sólo materiales diferentes para que puedan conocer, tocar, sentir y trabajarlos, sino que además es productivo tenderles un lugar específico para que puedan explayarse a gusto y con placer.
Todas las personas, no sólo los niños, asocian los lugares con las sensaciones y los sentimientos adquiridos ahí mismo. Brindar un lugar cálido, con colores, juegos y otros objetos que sean propios de ellos los hará sentir de manera tal que, cada vez que quieran pintar, sabrán que recurrir a ese espacio es la mejor opción.